Te cuento del videojuego le me cantó el sueño:
había tumbas sombrías que estiraban debajo por kilómetros,
que tenían una sala con un ataúd
donde descansaba alguien venerado.
Todo era frambuestas
hasta que alguien le saqué un foto
(sacar fotos con una cámera era una abilidad que tenía la protagonista;
es probable que tuviera que desbloquearlo,
y probablemente lo usara solo para lograr 100%).
Después, los turistas infestaron,
y llenaron con basura la sala
y cubieron con grafiti el ataúd
(incluso la música que toca con regularidad el juego
fue substituido por silencia;
supongo que hiciera para el efecto dramático más que nada más).
Los ciudadanos
(que no eran humanos, pero monstruos abigarrados)
eran geniales no más;
ahora, como enemigos, estuvieron enojados
y atacarían la protagonista cualquiera la vieran.
I’ll tell you ‘bout a video game told to me in a dream:
there were shadowy tombs stretching kilometers below,
which had a chamber with a coffin,
where rested a venerated figure.
All was raspberries
till someone took a photo
(taking photos with a camera was an ability that the hero had;
‘twas probably something one had to unlock,
& was probably useful only for 100% completion).
Afterward, the tourists swarmed,
& filled the room with garbage
& covered the coffin with graffiti
(also, the music the game usually played
was replaced by silence;
I guess this was done mo’ for dramatic effect than anything else).
The citizens
(who weren’t humans, but colorful monsters)
were friendly no mo’;
now, like enemies, they were angry
& would attack the hero whenever they were seen.